Ya sabéis que leo mucho. Solo con el número de reseñas que publico os podéis hacer una idea de lo que cuesta gestionar mi biblioteca. Al principio mis estanterías estaban bastante vacías y no pasaba nada. Empezaron a llenarse y empecé a verme en problemas, pero los puse en plan tetris y gané un poco de espacio. Luego empecé a invadir otros espacios de la casa. Eso no solucionó el problema, más bien lo agravó, y llegó un momento en el que llegué a temer que mi casa se hundiría con el peso de mis libros. Casi dos centenares de libros al año es simplemente demasiado, y los libros pesan mucho… En ese momento fue cuando decidí organizarla.
Paso previo para organizar la biblioteca: reducir el volumen
Lo primero que hice fue deshacerme sistemáticamente de los libros que no me habían gustado. Bueno, empecé con los que no me habían gustado, pero luego amplié la purga a los libros que simplemente me habían parecido entretenidos y luego también incluí los que me habían gustado pero no tenía intención de volver a leer.
¿Qué hice con ellos, os preguntaréis? Lo que hago con todos los libros que cumplen esos criterios desde ese momento: los dono, los regalo o los vendo a un precio irrisorio, lo bastante alto como para que a los listos no les compense llevárselos para revenderlos de segunda mano (que no dan demasiado dinero, la verdad) y lo bastante bajo como para que cualquiera que los quiera de verdad pueda leerlos por menos de lo que cuesta un refresco.
Solo se salvaron de esta purga aquellos de los que no me acordaba, con la idea de releerlos en algún momento, y aquellos de los que no me podía deshacer (por estar firmados u otros motivos).
Aquí debo apuntar que, mientras sacaba los libros y decidía qué hacer con ellos, me creé una base de datos para saber qué era lo que tenía por casa y su futura localización, pero que eso complicaba la gestión, porque tenía que estar pendiente de meter las futuras incorporaciones y de sacar los que releyera y no me convencieran. Así que la base de datos hace tiempo que dejé de actualizarla; la puntuación que pongo en mis reseñas (mi diario de lecturas) y mi buena memoria hacen que los tenga todos localizados.
Primeros pasos para organizar la biblioteca: definir los espacios
Mucha gente organiza su biblioteca según autor, o por géneros, por poner un ejemplo. Pero, nuevamente, mi biblioteca es especial porque tiene un gran volumen vivo: entran muchos libros, salen muchos libros, algunos se conservan por un tiempo pero luego me doy cuenta de que no me habían gustado tanto y que no los pienso releer…
Además, estoy muy limitada por el espacio, así que el primer criterio está basado en la practicidad. Tengo estanterías abiertas grandes pero con estantes poco accesibles que tienen muebles delante y en cuyo estante superior no puedo dejar libros pesados porque duermo debajo y me da miedo que se caigan. También tengo armarios que uso como estantería y no son demasiado accesibles y estantes pequeños donde solo entran los libros de bolsillo. Y unas estanterías son un poco viejas y no están para muchos trotes. Así que estos son mis primeros criterios:
- Los libros que no me gustaron, pero que debo conservar, están en los estantes poco accesibles.
- Los libros que no recuerdo y quiero releer están todos juntos en varios estantes y, según los voy leyendo en orden y me deshago de algunos, los conservo en el sitio o los sustituyo por libros nuevos que necesitan un nuevo hogar en mis estanterías.
- Los libros que entran nuevos y todavía no he leído están en unas estanterías más accesibles «de transición», un poco amontonados, aunque no importa mucho porque esas estanterías son muy fluidas y no paran de entrar y salir ejemplares de ellas.
- Los cómics manga se quedan en el estante superior a mi cabeza mientras duermo; si se caen, poco daño pueden hacerme.
- Los libros que me gustaron mucho y quiero releer en algún momento los pongo en los estantes accesibles con un criterio inicial de tamaño: los de bolsillo van a los estantes pequeños, los de tapa dura a las estanterías grandes más sólidas y los de tapa blanda más consistentes van en los estantes grandes de las estanterías que no se caen a trozos.
Más criterios para organizar la biblioteca: aquí ya me pongo tiquismiquis
Una vez que he definido qué libros pongo en qué estantes, tengo otros criterios que en principio pueden parecer menos prácticos, aunque tengo mis razones. Por ejemplo:
- Evidentemente, las sagas tienen que ir juntas. No hace falta explicar esto.
- También me gusta que estén más o menos agrupados por temáticas, aunque no me molesta si están mezclados.
- Lo que sí me gusta es que estén en forma de escalón, por tamaño. Por eso me fastidia tanto que se cambien las ediciones y pasar de ediciones grandes a bolsillo, porque me fastidia la línea. Esto tiene un motivo práctico: tarde o temprano tendré que volver a apilar los libros. Si están por tamaño, facilitará el tetris.
Y este es, más o menos, mi método para gestionar mi biblioteca. Tarde o temprano, incluso así volveré a tener problemas de espacio, pero espero que para entonces ya tenga un lugar más grande para organizar mis libros…