Origen de Viajera interdimensional

Ya os hablé del origen de Atrapada en otra dimensión, y ahora toca contaros de dónde vinieron las ideas de su secuela, Viajera interdimensional. Había concebido Atrapada en otra dimensión como una historia autoconclusiva: estaba atrapada en otro mundo y, al final del libro, ya no lo estaba. Fin de la historia.

¿Fin de la historia?

Pues no, no era el fin de la historia, al menos para muchos lectores, que comenzaron una campaña de acoso para que hiciera una segunda parte. Me negué categóricamente, porque para mí era cosa cerrada y, además, ¡estaba en pleno proceso creativo con Incursores de la noche!

La cosa cambió cuando me volví a quedar sin ejemplares de Atrapada en otra dimensión y lo releí para corregir el libro de nuevo. Ahí comencé a pensar que Esmtezlia era un mundo genial, y que no podía dejarlo todavía, porque había mucho que desarrollar. Además, me di cuenta de que había muchas preguntas sin respuesta que quería responder.

Lo que no tenía claro era si seguir con Diana o cambiar de viajera. Para mí, su historia estaba cerrada. Así que pregunté a mis lectores y la respuesta fue (de forma suavizada): «¿Tu eres tonta? ¡Claro que tienes que continuar con la historia de Diana!». Vale, acepté la sugerencia y, mientras acababa de escribir Incursores de la noche , comencé a darle vueltas a cómo continuar la historia. Pero no demasiadas, porque quería seguir con la idea inicial…

Seguir puteando a la protagonista

La base de todo era seguir poniendo a mi protagonista en situaciones inesperadas y ver cómo reaccionaba. Era lo que hice en el primero y funcionó. En el segundo, una vez que tuve un punto de partida (Diana ha vuelto a la Tierra, pero sigue siendo una pieza clave para los esmtezlianos), funcionó igual. Aunque la situación era mucho más compleja (no en vano había una guerra) y Diana había madurado, así que resultó ser algo más serio que el libro anterior, a pesar de lo cual mantuvo su esencia loca y gamberra en todo momento.

Una relación complicada

Lo que me complicó mucho el planteamiento de la nueva novela es que me encontré con que la relación de Diana y Robert se estaba desarrollando en una dirección inesperada, que ya se apuntaba al final de Atrapada en otra dimensión. La verdad, no quería que acabaran juntos, aunque parecían hechos el uno para la otra. Pero me di cuenta de que me estaba dejando llevar por los prejuicios («mi novela no es como las demás y por eso no debe de haber romances»), así no forcé las cosas y me dejé llevar por la historia. Después de todo, era una relación complicada.

Los lectores eligen un personaje clave

Todavía no había empezado a publicar la novela en el blog, aunque ya había escrito como la mitad, cuando un fantasma se cruzó en el camino de Diana. En ese momento me quedé un poco bloqueada sobre cómo seguir y el fantasma apenas era un esbozo, así que hice una convocatoria para que el lector que ganara le pusiera rasgos, nombre… La ganadora, Fairytale, se lo curró un montón y me dijo hasta su forma de vestir, lo que me ayudó a desarrollar la personalidad de Casilda (porque así la bautizó).

Una familia muy loca

Ya sabemos que, en esta historia, me dejaba llevar e iba descubriendo poco a poco cosas inesperadas. Así ocurrió con Casilda o, más bien, con el hecho de que Diana pudiera verla. Una cosa llevó a la otra y mientras escrbía el libro me enteré de que la familia de Diana era un poquito… especial. Su abuela, pero sobre todo sus padres, me dieron muchísimo juego. Me lo pasé pipa con ellos.

Y esta vez sí que acabó, ¿o no?

Y por fin acabé la historia. La publiqué y, como había hecho con la novela anterior, cuando se acabó la edición original lo reescribí y lo reedité.

Había cerrado todos los cabos. O eso creía, porque algunos lectores empezaron una nueva campaña de acoso para que hubiera otro libro más. Me volví a negar en redondo. Varios años después, sigo negándome. Tengo otras historias que me llaman, y ya no me siento con ánimos para hacer una trama tan fuera de mi control. Aunque, ¿quién sabe? Si llega la inspiración, y vuelven los ánimos… quizás vuelva de visita a Esmtezlia. Ya lo hice con Eladil, aunque tanto el género como la parte del planeta en que se ambienta no tienen nada que ver… pero eso es otra historia.


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